Escala de empatía, aceptación y congruencia, Vol. 2, Nº1, pp. 84-106, ISSN: 2452-5383 (en línea)
Escala de empatía, aceptación y congruencia, Vol. 2, Nº1, pp. 84-106, ISSN: 2452-5383 (en línea)
Para citar el artículo:
Gómez, M., & Carrillo-Álvarez, C. (2021). Desarrollo y validación de una escala para evaluar empatía, aceptación y congruencia. Revista Espacio ECP. 2(1): 84-106
RESUMEN
Este trabajo presenta una escala, elaborada en español y validada en México, para evaluar las condiciones promotoras del crecimiento que establece en Enfoque Centrado en la Persona. Se presenta la escala, su proceso de elaboración y el proceso de validación de contenido, así como los índices de confiabilidad y descriptivos estadísticos de la misma. La Escala se aplicó a 60 terapeutas y counselors de este enfoque, obteniendo una confiabilidad (alpha de cronbach) de .764. La escala tiene tres subescalas: actitud positiva incondicional, congruencia y empatía, que se califican por separado, se incluyen también la forma de calificación y la interpretación de los resultados. Contar con este instrumento puede ser un valioso apoyo para la formación de counselors y terapeutas en este y otros enfoques, así como para la investigación sobre la efectividad de los procesos de counseling y psicoterapia.
Palabras clave: escala de Likert, actitudes, empatía, aceptación, congruencia.
ABSTRACT
This work presents a scale, elaborated in Spanish and validated in Mexico, to evaluate the growth promoting conditions that it establishes in Person Centered Approach. The scale, its elaboration process and the content validation process are presented, as well as the reliability and statistical descriptive indexes of the same. The Scale was applied to 60 therapists and counselors of this approach, obtaining a reliability (alpha of cronbach) of .764. The scale has three subscales: unconditional positive attitude, congruence and empathy, which are scored separately, also include the form of qualification and the interpretation of the results. Having this instrument can be a valuable support for the formation of counselors and therapists in this and other approaches, as well as for research on the effectiveness of the processes of counseling and psychotherapy.
Keywords: Likert scale, attitude, empathy, acceptance, congruence.
INTRODUCCIÓN
Uno de los temas recurrentes del Enfoque Centrado en la Persona son las actitudes básicas del psicoterapeuta humanista, indispensables para que exista una relación promotora del crecimiento. Estas actitudes son, tal como las define Rogers (1957/2003), la empatía, la consideración positiva o aceptación positiva incondicional, y la congruencia.
Se considera que es fundamental en las relaciones de ayuda ser empáticos, aceptar al otro tal como es y mostrarse congruentes y auténticos, pero no es fácil saber si estas actitudes realmente se tienen y se muestran. Basarse solo en la propia opinión no es necesariamente suficiente. Por lo tanto, si es posible identificar una serie de conductas que muestren empatía o aceptación o congruencia, o bien que muestren una actitud contraria, entonces será más fácil saber si se muestran las actitudes esperadas o bien si se están mostrando otras.
Según Olivera, Braun & Roussos (2011), uno de los conceptos que más se trabaja en la investigación en psicoterapia es la empatía. Aun cuando no existe un acuerdo respecto a su definición precisa, todos reconocen la importancia y el carácter multidimensional del término. En términos generales, las teorías humanistas la definen en base a Rogers; sin embargo, desde distintas teorías, se abordan diferentes definiciones, lo que provoca que medir la empatía haya pasado a ser un desafío complejo. Los instrumentos de medición realizados abarcan desde cuestionarios autoaplicados hasta neuroimágenes. Los autores recomiendan que, dependiendo el tipo de investigación y la postura teórica del investigador, se elija el instrumento. Estos autores hacen una revisión de los distintos instrumentos existentes, donde se puede destacar que la mayoría están en inglés, aunque en algunos casos existen traducciones. También existen dos instrumentos elaborados en español, pero ninguno es latinoamericano. Por otra parte, cada vez se considera más importante evaluar de alguna forma la efectividad de los tratamientos terapéuticos (Castelnouvo, 2010, Chambless et al., 1998, Vanegas-Franfano, Cruz-Fierro & González-Ramírez, 2017) por lo que el desarrollo de instrumentos se hace necesario.
Si bien, se podría considerar a las actitudes promotoras de crecimiento como actitudes prosociales, así como las definen y evalúan Rodríguez, Mesurado, Oñate, Guerra & Menghi, (2017). La diferencia fundamental está en que la escala que se propone es específicamente para evaluar relaciones de ayuda, mientras que las actitudes prosociales se encuentran en todo tipo de relaciones.
Mateu, Campillo, González & Gómez (2010) describen la evolución del concepto de la empatía, la investigación que se ha realizado sobre el tema y los instrumentos que existen. Toman como base el concepto tal como lo definió Rogers, considerando que no es un constructo unitario, sino que significa penetrar en el mundo perceptual del otro y familiarizarse con sus intenciones cambiantes, siempre corroborando con él la exactitud de estas apreciaciones y dejándose guiar por él, abandonando temporalmente las opiniones y los valores propios para entender, sin prejuicios, a la otra persona. Esto implica tanto un componente emocional, como uno cognitivo y afectivo, y enfatiza entonces que la empatía terapéutica es un proceso.
Respecto a la evaluación de la empatía, estos autores mencionan tres tipos de instrumentos: empatía medida por el propio terapeuta, empatía medida por el cliente, empatía medida por un observador u observadores. Cabe señalar que los instrumentos encontrados están en inglés, se elaboraron antes del año 2000 y no existe versión traducida y validada de ellos. Otro aspecto interesante para resaltar, es el hecho de que algunos instrumentos buscan evaluar las tres actitudes, no solo la empatía.
En 1957 el Journal of consulting and clinical psychology publicó el artículo de Rogers titulado “Condiciones necesarias y suficientes del cambio terapéutico de personalidad” que contiene la primera formulación completa de la definición del Enfoque Centrado en la Persona sobre dichas condiciones. Este autor, retomó el tema numerosas veces, añadiéndole siempre nuevos matices, hasta llegar a generalizarlas como necesarias en cualquier relación interpersonal o grupal promotora de crecimiento. Son también muchas las investigaciones en diversos países que, dentro y fuera del enfoque centrado en la persona, han confirmado y enriquecido estas hipótesis de Rogers.
Actualmente, también se realizan investigaciones sobre el proceso terapéutico existencial humanista, como la realizada por Gimeno-Bayón Cobos, en el 2017 que busca analizar la dinámica del proceso. Si bien el concepto más estudiado es la empatía, especialmente la que Bayne & Hays (2017) definen como empatía afectiva. Esta consiste en la identificación con la experiencia y expresión emocional de otra persona y que también ha sido estudiada por Clark (2004), Kohut (2010), Stepien & Baernstein (2006) y Tudor (2011). Otros autores como Gupta (2012) hacen énfasis en la importancia de la congruencia o bien en el estilo completo del terapeuta, lo cual involucra las tres actitudes (Fernández, García & Castañeiras, 2005).
MARCO TEÓRICO
Definición de los conceptos del instrumento
· Rogers (1982) establece que son aquellas actitudes sociales que demuestra el facilitador en una relación terapéutica y se constituyen en condiciones necesarias para promover el desarrollo de la persona.
· La Empatía, Rogers (1993) explica que es percibir los sentimientos y significados de la persona desde dentro, tal como se le aparecen a ella.
· La Consideración Positiva o Aceptación positiva incondicional, es la valoración no posesiva de la persona, que se manifiesta en forma constante independientemente de que la persona se comporte de acuerdo a ciertas normas o no (Rogers, 1993).
· La Congruencia es cuando el facilitador establece con la persona una relación auténtica, sin escudarse en una fachada falsa, aceptando lo que les sucede a ambos en la interacción (Rogers, 1993).
Historia del instrumento.
Charles B. Truax publicó en 1967 en Toward Effective Counseling and Psychotherapy, de Truax & Carkhuff un “Cuestionario de Relaciones Humanas” que consta de 150 reactivos y fue diseñado para que un grupo de expertos observara a psicoterapeutas en formación y checara en una lista de verificación si mostraban conductas que indicaran una actitud empática, congruente y aceptante.
En el año 2001, como tesis para recibir el grado de Maestría en Psicoterapia Humanista por la Universidad Vasco de Quiroga en México, se hizo la adaptación de ese cuestionario para transformarlo en una “Escala para evaluar las actitudes facilitadoras del crecimiento” .-instrumento en forma de escala de Likert que puede ser contestado por el terapeuta o facilitador-. Sin embargo, a pesar de este primer ensayo realizado y publicado en la Revista Prometeo #30 (2001), no existe actualmente en Latinoamérica un instrumento completo, validado y estandarizado, para evaluar estas actitudes desde la perspectiva del enfoque centrado en la persona.
Necesidad del instrumento en Latinoamérica.
Contar con un instrumento elaborado en español, adaptado para el estilo del psicoterapeuta o counselor latinoamericano, que permita saber qué tanto se comporta de acuerdo a esas actitudes puede proporcionar un valioso apoyo para los procesos de formación de facilitadores, promotores del desarrollo humano o psicoterapeutas.
Esta preocupación no es solo de este país: estudios como el de Quiñones-Bergeret, Melipillán-Araneda & Ramírez-Azocar (2010) y el de Fernández, García, Castañeiras & Real (2005) enfatizan la importancia de evaluar, a través de algún instrumento, cómo se ejerce la psicoterapia, especialmente el estilo de interacción que se establece en el terapeuta y el cliente, y revisa las condiciones psicométricas de un instrumento de autorreporte aplicado a un grupo de terapeutas en Chile y en Argentina.
Tal como explican los autores, este tipo de instrumentos, elaborados específicamente para la población latinoamericana, proporcionan información valiosa sobre el proceso terapéutico y contribuyen en el proceso de certificación de la profesión.
En la práctica terapéutica, tener un instrumento que permita evaluar estas actitudes puede servir para los procesos de formación de psicoterapeutas, facilitadores y promotores del Desarrollo Humano. Además,se puede utilizar como un proceso de autoevaluación que contribuya a la formación continua y desarrollo personal del profesional.
En la investigación, proporciona datos para realizar investigaciones sobre la efectividad de nuestros procesos de orientación, así como comparaciones entre las distintas actitudes y entre las actitudes de las personas en diferentes condiciones.
Por lo anteriormente expuesto, el presente trabajo da cuenta del proceso de creación de un instrumento, que es una adaptación de una escala desarrollada por Charles B. Truax y publicada en 1967 en Toward Effective Counseling and Psychotherapy, de Truax & Carkhuff. A través de su traducción de la escala y transformación en un instrumento autoaplicable, de tipo escala de Likert, en la cual se evalúan las actitudes de aceptación, empatía y congruencia, tal como son definidas por Rogers para que un terapeuta cree un clima que favorezca el crecimiento personal. Así mismo, se evalúa el proceso de validación del mismo, siguiendo el esquema propuesto por González Rivera & Pagan Torres (2018).
OBJETIVO
Elaborar un instrumento autoaplicable en el formato de Escala de Likert para medir la empatía, la congruencia y la aceptación en una relación terapéutica y validarlo para la población de habla hispana.
MÉTODO
Participantes
Se aplicó la escala a 60 terapeutas que trabajan con el Enfoque Centrado en la Persona, con edades desde 24 hasta 81 años, con una media de edad de 45.7, que tienen entre 1 y 45 años ejerciendo como terapeutas o counselors, con una media de 12 años de experiencia. De los cuales, el 77% (46) son mujeres y el 23% (14) son hombres.
Los participantes fueron captados en diversos encuentros y congresos del Enfoque Centrado en la Persona y se prestaron voluntariamente a responder la escala.
Las respuestas fueron anónimas. Únicamente informaron su género, edad y años ejerciendo la psicoterapia.
Instrumento:
Escala de Likert de cinco opciones de respuesta, auto-aplicable, que evalúa las tres actitudes tanto en forma positiva como negativa. Consta de 44 reactivos.
Cada reactivo se refiere a una conducta que, como terapeuta u orientador, se puede tener dentro de una relación de ayuda y esta se califica en una escala de frecuencia de cinco posiciones, desde siempre hasta nunca.
En la Tabla 1 se muestra la distribución de los reactivos en el instrumento, especificando cuántos corresponden a cada actitud, cuantos son positivos y cuántos negativos.
Forma de calificación
· Se suman todos los puntos obtenidos en los reactivos correspondientes a cada actitud y se obtiene una puntuación total por actitud.
· Mientras mayor sea la puntuación, se considera que la persona tiene más desarrollada esta actitud
· Mientras menor es la puntuación, se considera que la actitud se encuentra menos desarrollada.
· Cada reactivo mide una sola actitud.
· Pueden presentarse en forma positiva o negativa.
· Se suman todas las puntuaciones de los reactivos formulados en forma positiva.
· Para los reactivos formulados negativamente se invierten los valores, de acuerdo con lo especificado en la Tabla 2
Las puntuaciones negativas se refieren a aquellos reactivos que muestran una actitud contraria a la que se está evaluando, es decir falta de empatía, aceptación o congruencia. Por lo tanto, calificarla con una puntuación baja indicaría que la persona sí tiene la actitud que se busca. Por este motivo, es necesario convertir la puntuación a la inversa.
A continuación, se presenta la Tabla No. 3, que muestra cuales son los reactivos que evalúan cada actitud, tanto los positivos como los negativos.
Se intentó tener un número equilibrado de las tres actitudes, aunque se evalúan por separado, y se limitó el número de reactivos inversos al mínimo indispensable.
En la Tabla No. 4 se presentan las puntuaciones máximas y mínimas que se pueden obtener con cada actitud, así como el grado de desarrollo que esta puntuación implica.
Esta tabla es muy importante ya que muestra las puntuaciones máximas y mínimas de la escala, y proporciona una estimación del nivel de desarrollo que obtiene la persona en cada una de las actitudes de forma tal que se pueden establecer comparaciones al interior de un grupo o bien de la persona contra sí misma en el paso del tiempo.
Procedimiento:
1) Traducción de los reactivos del cuestionario de Truax.
2) Transformación de los reactivos para que reflejen la auto-percepción del orientador o terapeuta.
3) Cinco jueces calificaron los reactivos respecto a su redacción y congruencia con los principios del Enfoque Centrado en la persona. Se eliminaron aquellos reactivos que tres de los cinco jueces consideraron poco claros o incongruentes.
4) Se modificó la redacción de algunos reactivos y se eliminaron otros.
5) En este punto el instrumento constaba de 84 reactivos para medir las tres actitudes. Algunos medían solo una de ellas, otros medían dos y algunos medían las tres actitudes.
6) Se decidió hacer la validez de constructo de cada ítem, siguiendo el método propuesto por Abad, Olea y Ponsoda (2007):
· El primer paso consistió en presentar el instrumento a un equipo de 7 terapeutas humanistas con un promedio de 10 años de experiencia clínica, quienes calificaron cada ítem en dos aspectos:
o Señalaron cuál dimensión (empatía, congruencia o aceptación) consideran que está midiendo cada uno de los ítems a partir de la definición.
o Una vez realizada la asignación, calificaron del 0 al 10 valorando globalmente la redacción de ítem y si el ítem es válido para medir dicha actitud.
7) A partir de la calificación solo se tomaron en cuenta los reactivos que contaban con por lo menos 8 de calificación. Además, cada ítem debía medir exclusivamente una dimensión, por lo que solo se conservaron aquellos ítems que 5 jueces o más coincidían en la dimensión que se estaba evaluando.
8) En este proceso fueron eliminados 40 ítems de los 84, quedando así el instrumento final con 44 ítems o reactivos.
9) Se aplicó esta nueva versión a 60 terapeutas que trabajan con el Enfoque Centrado en la Persona.
10) Se analizaron estadísticamente los datos obtenidos para obtener los índices de confiabilidad y validez.
Estrategia de análisis de datos:
En el análisis de los resultados, se utilizó el SPSS versión 20 (1989) para obtener el análisis descriptivo y de distribución de los datos. También se obtuvo el coeficiente de confiabilidad de Cronbach y un análisis factorial confirmatorio. Cabe aclarar que se trabajó con cada escala por separado, ya que el instrumento proporciona resultados independientes por actitud.
RESULTADOS
Descripción de los participantes
En la Tablas No. 5 se muestra las características de los participantes, que corresponden a edad, tiempo de ejercicio profesional como psicoterapeutas o counselors.
Como se puede observar, si bien se aplicó el instrumento a un número no muy grande de participantes, estos cubren un espectro muy amplio en cuanto a edad y tiempo de ejercicio. Lo que permite considerar que el instrumento puede aplicarse a personas de diferentes edades y con distinto nivel de experiencia en el ejercicio de la psicoterapia.
Análisis Descriptivo y de distribución:
En la Tabla No.6, se muestran los datos descriptivos y de distribución de las tres actitudes que mide el instrumento. La media por reactivo está comprendida entre 3.96 y 4.18, la desviación estándar por escala está entre .79 y .83, y las varianzas están entre .67 y .84.
La puntuación media en la escala de aceptación muestra que la población evaluada tiene esta actitud altamente desarrollada. Así mismo, la congruencia es una actitud que se encuentra en un nivel alto de desarrollo. Respecto a la empatía, en la población evaluada tiene una empatía medianamente desarrollada. Sin embargo, las desviaciones estándar son amplias, lo que implicaría que los datos están muy dispersos. Esto corresponde al hecho de que la población también muestra una dispersión importante respecto a la edad y la experiencia.
Análisis de fiabilidad
Al aplicarse el coeficiente de confiabilidad Alpha de Cronbach a las tres escalas, se obtuvieron los datos que se encuentran por entre el 0.5 y el 0.75. Por lo que se puede concluir que tienen un nivel de confiabilidad suficiente para su uso, tal como se muestra en la Tabla 7.
Aunque la escala de Congruencia es la que muestra más baja confiabilidad, esta es suficiente para su aplicación. Por otro lado, al aplicar la Escala completa el nivel de confiabilidad se eleva, por lo que lo recomendable es aplicar toda la escala y no intentar dividirla por actitudes.
En la tabla No. 8, se muestran los indicadores de confiabilidad por reactivo para la Escala de Aceptación, así como los cambios en el índice de confiabilidad si se elimina algún elemento.
En esta escala, la eliminación del reactivo 38 podría aumentar la confiabilidad de la escala en 34 puntos. Ningún otro reactivo aumenta significativamente los niveles de la escala. Sin embargo, este aumento no se considera significativo como para justificar la eliminación del reactivo.
En la tabla No.9, se muestran los indicadores de confiabilidad por reactivo para la Escala de Congruencia, así como los cambios en el índice de confiabilidad si se elimina algún elemento.
En esta escala, el nivel de confiabilidad total se aumentaría en 79 puntos, si se elimina el reactivo 23. Ningún otro reactivo aumenta la confiabilidad de la escala de forma importante. Debido a que esta escala es la que muestra el nivel de confiabilidad más bajo, se podría considerar eliminar este reactivo, con lo que la confiabilidad de la escala subiría a 0.6.
En la tabla No.10, se muestran los indicadores de confiabilidad por reactivo para la Escala de Empatía, así como los cambios en el índice de confiabilidad si se elimina algún elemento.
En esta escala, la eliminación de los reactivos 3, 18 y 40 aumentan el nivel de confiabilidad en un máximo de 34 puntos. Lo cual no resulta una elevación suficiente como para que sea conveniente quitarlos.
En el análisis de confiabilidad, se puede observar que la escala completa tiene un nivel adecuado, superior al .75 como lo establecen Cohen & Swerdlik (2001). El nivel de las escalas independientes también es adecuado, aunque más bajo. Sin embargo, no se cuenta con reactivos que con su eliminación aumenten significativamente el nivel de confiabilidad de la escala.
Limitaciones y fortalezas
La principal limitación que presenta la Escala es que se ha aplicado a un número pequeño de personas, en parte debido a que no se tiene contactados suficientes psicoterapeutas de este enfoque que la hayan contestado. Aun así, los niveles de confiabilidad son adecuados para que se aplique a mayor escala y se pueda ampliar la muestra para esta Escala.
Su principal fortaleza radica en que no existen otros instrumentos similares en español y se considera que será de gran utilidad para la formación y evaluación de los counselors y psicoterapeutas.
Futuras investigaciones
Es necesario continuar aplicando esta escala, para poder realizar más estudios de confiablidad y darle una mayor solidez estadística. Así mismo sería interesante establecer comparaciones en las puntuaciones de la escala a partir de la edad, el tiempo de experiencia o el género del terapeuta. Y establecer si existen diferencias en las puntuaciones.
CONCLUSIÓN
Se considera que en la medida en que se pueda evaluar de una forma confiable estas actitudes, que son la base en que se sustenta la posibilidad de lograr un cambio en la persona hacia un mayor crecimiento y auto-actualización, no solo se podrá contar con terapeutas y facilitadores más efectivos, sino también se avanzará en el proceso de mostrar la importancia de estas actitudes tanto en los procesos psicoterapéuticos, como en cualquier relación que busque el crecimiento de las personas involucradas en ella.
Ya que, tal como lo explicó Rogers (2007), cuanto mayor sea la coherencia entre experiencia, conciencia y comunicación por parte de una persona, mayores serán las posibilidades de que la relación que establece con el otro presente una tendencia a una comunicación recíproca de coherencia cada vez mayor y determine una comprensión mutua más precisa de los mensajes, mejor adaptación y funcionamiento psicológico en ambas partes y más satisfacción mutua en la relación.
Por lo tanto, el desarrollo de estos instrumentos permitirá a los profesionales de la psicología una mayor comprensión de las relaciones interpersonales y la forma de convertirlas en relaciones que verdaderamente promuevan el crecimiento de todos los involucrados en ellas.
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